La capital de Cantabria abraza al mar por los cuatro costados. Esto, además de concederle el título popular de «Novia del mar», también hace que vivir en Santander sea todo un lujo para los amantes del mar y de la montaña.
Durante años, Santander ha sido destino de veraneo de las clases pudientes y la alta burguesía española. Actualmente, la ciudad continúa siendo un enclave académico y turístico relevante, y cuenta con buenas comunicaciones con Castilla y León, Asturias o el País Vasco.